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Un duelo para vivir


Antes que todo quiero hacerte saber que no soy tanatóloga ni me considero experta en asuntos relacionados con la muerte y que estas líneas son sólo el reflejo de cómo yo he vivido la muerte de un ser querido.


Hace algunos años perdí a una persona que amaba muchísimo, aún hoy al pensarle mi vista se nubla, pues en mi corazón aún hay un poco de dolor, te comento esto porque el día en que sucedió, cuando recibí la noticia sentí que literalmente mi corazón se partía, tuve una sensación muy dolorosa en el pecho como si algo de golpe lo aplastara y por no poder gritar, el dolor se escurrió hasta mi garganta colapsando mis cuerdas con un llanto ahogado... esa combinación de llanto, dolor y vacío permaneció bastante tiempo, no es que todo el día me sintiera así, pero sí que cada vez que le pensaba todo ese conjunto de dolor físico y emocional se venía de golpe.


Me preguntaba muchas cosas como, ¿porqué de esa manera?, ¿donde está ahora?... y también lamenté no haberle compartido más de mi tiempo.


Dos cosas que en verdad me ayudaron:


*La fórmula que preparé con Flores de Bach me permitió sentir calma, mantenerme serena y de pie durante los momentos más duros.


*Mi mentalidad: me gusta pensar que siempre llevamos en el corazón lo que aprendimos de aquella persona, las historias que nos contó, lo que nos hacía sentir al estar cerca y que su energía se reintegra a la vida transformándose en algo hermoso.


Finalmente quiero compartirles tres frases que me reconfortan y me han ayudado en mis pérdidas:


1.

KANG OK SOON: Cuándo la gente muere, ¿a dónde van?

BYUN JI SOOK: Cuando la gente muere, entra a los corazones de los seres queridos.


Chul, B. S., Chul, C. H. (2015) 가면 / Gamyun, [Video], (Episodio 4, 55:06-55:17), disponible en https://www.viki.mx/tv/26139c-mask


2.


ARIEL (Canción)


Tu padre yace enterrado bajo cinco brazas de agua; se ha hecho coral con sus huesos; los que eran ojos son perlas. Nada de él se ha dispersado, sino que todo ha sufrido la transformación del mar en algo rico y extraño.


Shakespeare, W. (1611), La tempestad, acto I, escena 2.



3.


No estés de pie ante mi tumba y llores.

No estoy allí.

No duermo.

Soy mil vientos que soplan.​

Soy el destello del diamante en la nieve.

Soy la luz del sol sobre el grano maduro.

Soy la lluvia de otoño.

Cuando despiertes en la quietud de la mañana,

soy el veloz y edificante ajetreo

de los pájaros que vuelan en círculos.

Soy las estrellas que brillan por la noche.

No estés de pie ante mi tumba y llores.

No estoy allí.

No duermo.


Frye, M.E. (1932), Do not stand at my grave and weep, [Traducción].



Espero que te haya gustado este pequeño escrito y que las heridas de tus pérdidas cicatricen y llegue el día en que recuerdes, ya sin dolor o con muy poco, a esa persona tan valiosa, importante y amada.


Si necesitas un acompañamiento terapéutico para llevar tu proceso de duelo, te ofrezco mi corazón, oídos y experiencia personal y profesional como psicóloga y terapeuta floral. Estoy a un clic o un mensaje de distancia. Mis mejores deseos para ti en estas fechas y en todas aquellas en las que sueles recordar a esa persona especial que ya vive en tu corazón.

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